Estaba pelando una yuca en la cocina y me di cuenta que la vida es como pelar yuca... blah...
Aparte del pleito por mandar mis papeles a la embajada de Canadá he logrado sacar tiempo para conocer algunas cosas. Lo primero, muchos bancos. En ninguno de ellos he podido pagar el trámite de mi visa para Canadá.
El barrio en donde estoy ubicado se llama Candelaria y es el puro centro de Bogotá, aunque como suele suceder no está en el centro pero si tiene muchas cosas para entretenerse: museos, librerías, bibliotecas, centros históricos...
Este fin de semana fui al Museo Botero, Centro Cultural Gabriel García Márquez (que tiene una librería completísima de escritores latinoamericanos), Museo de Oro y el cerro Montserrate donde subí por Telesférico y bajé por Funicular... Funicular suena a teléfono del superagente 86...
Ya había mencionado que Bogotá es enorme y por lo tanto siempre hay cosas que hacer. Además, el servicio de transporte es bueno aunque a horas pico uno va como salchica enlatada. Hay rutas destinadas únicamente a los buses Transmilenio y uno sólo paga una vez.
¿Qué más? La comida. No es dramáticamente diferente a lo que uno encuentra en CR... en realidad no he encontrado nada en particular...
La gente es muy amable y las expresiones se me empiezan a pegar... "si yo venía más que todo para..."
Ahí volveré con más historias... sigo más (pre) ocupado con el asuntico de la visa... fronteras, fronteras, fronteras...
Mae que malo el chiste de pelar yuca...o una de dos: es un chiste malisimo o no lo entendi!
ResponderEliminarjajaja Pura vida
Aunque parezca sencillo pelar yuca, no lo es, si no se sabe cómo se hace. IGUAL QUE LA VIDA.
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